El abuso de sustancias es un importante problema de salud pública que afecta a personas de todos los grupos demográficos. Sin embargo, los grupos marginados -incluidas las comunidades raciales y étnicas, las personas LGBTQIA+, las que viven en la pobreza y las personas con discapacidad- se enfrentan a tasas desproporcionadamente altas de trastornos por abuso de sustancias.
A pesar de los claros datos que muestran una mayor vulnerabilidad, las comunidades marginadas se han enfrentado históricamente a un mayor estigma en torno a los trastornos por consumo de sustancias. Este estigma se deriva de los estereotipos y prejuicios existentes y los refuerza. Los expertos sostienen que reducir el estigma es crucial para mejorar los resultados.
El papel del estigma como barrera al tratamiento
Muchos factores complejos contribuyen a los trastornos por abuso de sustancias entre las personas marginadas. Entre ellas figuran la falta de acceso a la atención sanitaria, la pobreza, la exposición a traumas/violencia, la discriminación, etc. Sin embargo, los expertos coinciden en que el estigma constituye un obstáculo importante para el tratamiento.
Las personas con trastornos por consumo de sustancias ya tienen que hacer frente a la inmensa vergüenza y culpabilidad que rodea a su consumo de drogas. Pueden ocultar sus luchas a amigos y familiares para evitar ser juzgados, desalentando las conversaciones abiertas sobre las opciones de tratamiento.
Además, las comunidades marginadas suelen desconfiar de los sistemas sanitarios debido a la discriminación sufrida en el pasado. Las personas pueden evitar el tratamiento para escapar del racismo, la homofobia u otros tratos injustos por parte de los proveedores.
Iniciativas para reducir el estigma
Debemos abordar el estigma a nivel personal, comunitario y sistémico para mejorar los resultados de los grupos marginados. Algunas iniciativas son:
- Campañas educativas culturalmente informadas: Los materiales deben resonar en comunidades diversas y contrarrestar los estereotipos existentes.
- Programas de divulgación comunitaria: Las campañas de base para reducir el estigma pueden surgir de los propios grupos marginados.
- Formación para profesionales sanitarios: La formación en sensibilidad cultural ayuda a los proveedores a ofrecer una atención compasiva e imparcial.
- Reforma política y jurídica: La eliminación de las sanciones penales por consumo de drogas ayuda a reducir la estigmatización y a aumentar el acceso al tratamiento.
Cuente con RADIAS Health
Aunque el estigma no desaparecerá de la noche a la mañana, un enfoque polifacético a todos los niveles de la sociedad puede generar un cambio positivo con el tiempo. Reducir el estigma permite a quienes luchan contra la adicción acceder al apoyo vital necesario para mejorar la salud y el bienestar.
RADIAS Health presta servicios sanitarios integrados y centrados en la persona a personas que padecen enfermedades mentales, consumo de sustancias o trastornos concurrentes. Personal sanitario y de apoyo compasivo y cualificado presta nuestros servicios de salud conductual. Además, nuestra atención incluye servicios complementarios como gestión de casos, viviendas de apoyo, servicios para personas sin hogar, servicios residenciales, tratamiento ambulatorio DBT, etc. Si usted o alguien que conoce podría beneficiarse de nuestra misión, póngase en contacto con nosotros hoy mismo o considere la posibilidad de hacer una donación.